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Atlético Junior no pudo aprovechar su condición de local para sacar ventaja en la final de ida de la Copa Suramericana y solo pudo empatar 1-1 con Atlético Paranaense, en los primeros 90 minutos de la disputa del título del torneo continental. El tiburón desperdició un penalti que pudo significar el triunfo.
El equipo tiburón salió a proponer y a dominar en su estadio. Con mucha más intención que su rival, pero con impotencia para abrirse espacios, con ausencia de sociedades y se notó mucho la falta de Teófilo Gutiérrez en ataque, quien estaba expulsado y todavía no sabe si podrá estar en el juego de vuelta.
Salvo un par de esporádicas llegadas del tiburón, el primer tiempo lució aburrido y falto de emociones. A los dirigidos por Julio Comesaña les faltó chispa, inteligencia y paciencia para llegar al arco de los brasileños.
La segunda parte, en cambio, tuvo todas las emociones posibles. La primera fue una tristeza para los junioristas: a los 6 de juego, Pablo Felipe puso el 0-1 para Atlético Paranaense, en una jugada de contraataque que dejó mal parada la defensa local.
Por fortuna, Junior reaccionó con prontitud y logró el empate a los 8. Empujando en el área rival, capturó un rebote para que Yony González pusiera el 1-1 y le devolviera la fe a la afición, que acompañó en masa aunque no llenó el Metropolitano.